El rendimiento deportivo mejora con salud bucodental

Existen aspectos de nuestra salud que cuidamos mucho más que nuestra boca, sin embargo estamos equivocados ante esa premisa. La salud bucodental no es simplemente una cuestión de estética, sino que va más allá y afecta incluso al rendimiento deportivo.

Esto último puede deberse a que las bacterias, la mordida, las afecciones e infecciones pueden producir lesiones musculares, articulares y respiratorias.

Las caries son otra de las causas que más afectan al rendimiento deportivo. Algo tan pequeño puede tener efectos nefastos en el organismo. Según una encuesta del Consejo de Dentistas en España, el 90% de la población tiene una caries debido a que no cepillamos con frecuencia los dientes después de cada comida. Por eso, desde Clínica Dental Rocío Martínez, siempre aconsejamos visitar con frecuencia al dentista y tener bien controladas las caries.

Además, las bebidas energéticas que utilizan los deportistas causan un desgaste dental progresivo que debemos tener en cuenta. Se han de controlar los efectos mediante revisiones periódicas, así como el control de la ingesta de estas bebidas.

La alineación de los dientes también puede desencadenar un bajo rendimiento deportivo, ya que cuando no se distribuyen las fuerzas maxilares y mandibulares correctamente, se pueden llegar a padecer dolores de cuello, espalda, cabeza e incluso dolores articulares en piernas, rodillas, tobillos y pies. Es indudable que se da una relación entre el equilibrio postural de nuestro cuerpo y nuestra boca, por ello es fundamental contar con ortodoncia en caso de no tener los dientes alineados para no causar sobrecargas musculares o articulares.

El cepillado para prevenir

Algo tan simple como un buen cepillado de dientes puede evitarnos acumular bacterias en la boca, las cuales pueden causar lesiones musculares e incluso un bloqueo de las arterias. Esto se traduce en una pérdida muscular y un descenso del rendimiento deportivo.

Es fundamental lavarse los dientes al menos dos veces al día, sobre todo durante la noche, para que las bacterias no tengan tanto tiempo para expandirse, y a primera hora del día, para eliminar precisamente aquellas que se hayan podido crear durante la noche.

Generar hábitos positivos en torno al cepillado también es muy importante. Acostumbrarnos a salir de casa con un cepillo de dientes encima para cepillarlos después de comer, contar con un cepillo de dientes en nuestro lugar de trabajo, etc. ¡Recuerda, si cuidas tus dientes, el resto del cuerpo también te lo agradecerá!